Ione Astondoa afronta con optimismo el día a día de la empresa familiar centenaria en la que empezó a trabajar hace dos años en el departamento de comunicación y marketing, además de en la gestión de costes y recursos humanos. La historia de Astondoa se remonta a 1916 con la construcción en madera de botes de remos y traineras, y a fecha de hoy es el único astillero español de yates de lujo con una gama que abarca esloras de 11 a 60 metros. Conjugar el avance tecnológico con la sostenibilidad sin perder el carácter artesano es el gran reto de la firma que acaba de presentar su último lanzamiento en Santa Pola: el Ax8.

Pregunta.­– Astondoa es una empresa familiar centenaria. ¿Cuál ha sido su mayor aportación en la industria náutica de recreo?

Respuesta.– Somos una empresa que ha sabido ver más allá y anticiparse a las tendencias del diseño que el mercado iba a demandar. Tanto mi abuelo como mi padre Jesús (actual CEO) han conseguido desarrollar y plasmar esa visión de futuro. Han tenido ese don para diseñar y crear modelos de barcos para todos los perfiles de público.

P.– ¿Qué desafíos tiene ante sí el astillero?

R.– Yo me enfrento al futuro con optimismo. Ya se han toreado muchas crisis, guerras, la pandemia...Y las que quedan por llegar. Hay que saber adaptarse tanto a un crecimiento brutal de la demanda, como ha ocurrido en los últimos años gracias al Covid y que no teníamos contemplado, como a las circunstancias adversas que nos puede deparar el futuro.

P.–  ¿Cuándo iniciaron su expansión internacional?

R.– El mercado de Astondoa era europeo hasta que en la crisis del 2008 desapareció una buena parte del mercado, en especial el español. Por aquel entonces, yo era una cría, aunque tengo recuerdos de ver a mi padre sufrir mucho y buscar salidas. Entonces fue cuando decidió dar el paso y arriesgarse a buscar clientes fuera de Europa. Actualmente uno de nuestros principales mercados es EEUU, donde la marca ha encajado muy bien.  En Astondoa somos muy flexibles para la customización del barco. De hecho, les pedimos a los clientes participar en el proceso de producción para que vean y elijan como será su barco único, hecho al detalle y a medida. Esta ventaja nos permitió conectar con el mercado de Estados Unidos.

P.– ¿Cuáles son las principales similitudes y diferencias de los mercados donde exportan respecto a España en cuanto a perfil del cliente o modelo de embarcación más demandado?

R.– En Europa, los clientes tienen preferencias similares en cuanto al diseño; sin embargo, como te decía, a los clientes americanos les gusta personalizar casi todo y se decantan por la mediana y la gran eslora. El barco estrella es el As5 de 57 pies y el As8. En cambio, aquí el cliente actual es más cauteloso, quizá por la situación económica, y se decanta por modelos como la lancha deportiva 377 Coupé y el As5, nuestro best seller.

P.– ¿Qué papel juega Baleares en su mercado?

R.– Baleares es un territorio muy importante para la nautica de recreo. Es la perla del Mediterráneo, donde residen muchos ciudadanos del norte Europa y Alemania, que son mercados de interés. Es un mercado al que le estamos prestando especial atención. Nuestra participación en el Palma Internacional Boat Show va en aumento año tras año.

P.– ¿Cómo valora la evolución de la industria náutica recreativa en España en los últimos 20 años?

R.– La demanda crece de manera más equilibrada y paulatina. El Covid fue un gran factor para despertar el interés por la náutica. Mucha gente descubrió a través del charter y la pequeña eslora un estilo de vida que quiere mantener. Auguro un crecimiento continuo tanto en nuestro país como en el resto de Europa.

P.– ¿Cree que la industria del mantenimiento y reparación de embarcaciones se impondrá frente a la construcción en España?

R.– Es verdad que hace 20 años, según lo que me ha contado mi padre, había muchos más astilleros de construcción españoles, y Astondoa competía con muchas marcas nacionales que lamentablemente desaparecieron con la crisis. Ahora contamos con nuevas empresas enfocadas a la pequeña y mediana eslora, que están cogiendo mucha fuerza y ya producen bastante. Creo que hay mucho apasionado del mar en este país. Es bueno que exista una oferta variada que se adapte a los gustos y necesidades de cada cliente. También considero que la industria de mantenimiento y reparación continuará jugando un papel primordial en los astilleros.

La directora de operaciones de Astondoa, en la cubierta de uno de los últimos diseños de la firma española.

P.– Una de las problemáticas más comentadas es la escasez de profesionales especializados. ¿Se han encontrado en esta situación?

R.– Sí, lo hemos notado especialmente en las nuevas generaciones. No es fácil encontrar carpinteros, oficiales de primera especializados en mecánica naval o profesionales que trabajen la fibra.  Hemos conseguido que, a través de la Generalitat, se imparta desde hace dos años la FP de Técnico en Mantenimiento y reparación de Embarcaciones en el IES Cap de l’Aljub de Santa Pola. Así contribuimos a la sostenibilidad social: los jóvenes o no tan jóvenes aprenden un oficio y pueden desarrollar un futuro profesional en nuestro astillero o en la industria náutica que nos rodea en áreas como electricidad o electrónica.

P.– Además de la formación, las empresas náuticas tienen dificultades a la hora de captar y retener el talento. ¿Cómo afrontan esta situación?

R.– Vivimos un constante relevo generacional en Astondoa, no sólo a nivel directivo sino también en el taller. Hay padres enseñando el oficio a sus hijos, a sus sobrinos... Es cierto que la lealtad con la empresa se está perdiendo. Yo cuando hago la selección de personal, intento transmitir desde el primer momento que esto es un trabajo estable, que quiero que crezcan conmigo, que vamos a dedicar el tiempo necesario en formación y que tiene que ser un orgullo como lo es para mí formar parte de algo tan único y exclusivo como un astillero de yates de lujo.

P.– ¿Por qué tecnología han apostado para llevar a cabo el proceso de descarbonización?

R.– Está por ver cuál es la solución más adecuada para las embarcaciones de mediana y gran eslora. El departamento de Ingeniería e I+D está trabajando para reducir las emisiones de carbono de la manera más eficiente y efectiva. Hay que tener paciencia porque todavía no se ha dado con la clave exacta. Mientras tanto, intentamos ser sostenibles en todos los ámbitos del astillero, desde el reciclaje de todos los materiales al uso de energías alternativas y componentes con menos emisiones de carbono.

P.– El impacto de las propulsiones alternativas (hidrógeno, electricidad...) aumentará el precio de las embarcaciones. ¿Han evaluado este incremento de costes?

R.– Todos los modelos se están estudiando y probando, pero la verdad es que ninguno es actualmente todo lo eficiente y efectivo que debe ser para sustituir la actual motorización de diésel. Creo que el mercado aceptará un posible incremento de costes que supondría la implantación de propulsiones alternativas porque es el precio que hay que pagar por ser sostenible.

P.– La semana pasada la Anave se quejaba de la avalancha normativa en la descarbonización de la flota. ¿En la industria náutica de recreo también se padece de ese exceso de burocracia?

R.– Sí, totalmente. ¡Hay que cumplimentar papeles hasta volverse loco! Creo que es un mal de todas las industrias en España.

P.– ¿Qué peso tiene la sostenibilidad y la digitalización en la construcción de embarcaciones de lujo?

R.– La digitalización tiene un mayor peso cada día. Yo que pertenezco a la generación millennial al 100x100 no concibo el mundo sin lo digital. Hay que ser rápido, audaz y siempre estar al día para no quedarse atrás. En cuanto a la sostenibilidad, debemos buscar las mejores soluciones para que el futuro de las próximas generaciones no se vea perjudicado.

P.– La incorporación de la mujer al sector náutico se va equilibrando aunque queda mucho camino por recorrer. ¿En qué puestos de trabajo se podría aumentar la presencia de la mujer?

R.– Es cierto que se va equilibrando y muy habitual la presencia femenina en ferias, congresos y trabajando al frente de departamentos como marketing y comunicación, entre otros. Yo siempre animo a que se incorporen más mujeres al sector náutico porque cuando lo conoces, es un mundo que te atrapa. Más que una profesión es un estilo de vida. En los talleres cuesta más encontrar la presencia femenina aunque tengo que decir que en nuestro centro de producción de Almería el 90% de la plantilla son mujeres en oficios como la fibra de vidrio.

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