¿Podría la Inteligencia Artificial, la IA, retirar a una jubilación anticipada a los viejos capitanes lobos de mar del transporte marítimo? La respuesta puede ser inquietante. Al menos eso es lo que se deriva de la última experiencia llevada a cabo por la empresa coreana Avikus, filial de la todopoderosa Hyundai orientada al desarrollo de la navegación autónoma. Sí, barcos que, en su máximo desarrollo, no necesitarán tripulación a bordo y se guiarán completamente por sistemas informáticos.
Avikus equipó con un sistema de navegación autónoma asistido por inteligencia artificial un mercante de 325.000 toneladas que operó varias veces un trayecto de 8.000 kilómetros entre Singapur y Brasil. El resultado es que, según los datos facilitados, las rutas y velocidades optimizadas por el sistema permitieron una reducción del gasto de combustible de hasta un 15 por ciento y una disminución por lo tanto en las emisiones de carbono estimada en un 10 por ciento.
El control HiNAS, desarrollado por Avikus, es un sistema de navegación autónomo basado en inteligencia artificial (IA) que integra información proporcionada por diversos equipos y sensores de navegación para controlar automáticamente la dirección y la velocidad del buque sin intervención del navegante. Esto produce una ruta optimizada que reduce significativamente el consumo innecesario de combustible y disminuye las emisiones de carbono. HiNAS también tiene muy en cuenta los aspectos relacionados con la seguridad e incluye sistemas destinados a evitar colisiones o cualquier otra posible incidencia durante la ruta.
"Esta experiencia es significativa porque demuestra que es posible responder activamente a la normativa sobre emisiones de carbono mediante el uso de tecnología de navegación autónoma", declaró Lim Do-hyeong, CEO de Avikus. "Los buques autónomos representan un nuevo punto de inflexión en el desarrollo sostenible del sector del transporte marítimo. Estamos deseando implantar esta tecnología en otras plataformas en el futuro."
Avikus ya había completado con éxito la primera operación autónoma transoceánica del mundo de un buque de transporte de GNL en junio de 2022, registrando en ese momento una mejora del 7% en la eficiencia del combustible y una reducción del 5% en las emisiones de gases de efecto invernadero.
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