Esta es la imagen de los veranos de nuestra infancia. Contiene las mañanas de baños y juegos, las soñ
No hay que recurrir a los álbumes familiares, basta con echarle un vistazo a esta obra de Sorolla y regresa todo: la euforia de la libertad, la sal en los labios, las arrugadas yemas de los dedos, la bicicleta sin candado. Puede ser Jávea (“Sublime, inmensa, lo mejor que conozco para pintar”, le cuenta a su mujer, Clotilde, en una carta), pero también S’Arenal, o Cala d’Or, o Ibiza; puede ser la imagen de cualquier niño que haya crecido junto al mar.
El pintor valenciano tenía por costumbre trabajar al aire libre. La fotografía está fechada en 1916 y en ella se le ve pintando Niños en la playa, cuadro adquirido en 2013 por un coleccionista que pagó 3,24 millones de euros en la subasta organizada por Sotheby’s en Londres.
Ya sumergidos en la emoción rescatada, detengamos la mirada en algunos detalles. Fijaos en cómo Sorolla sale airoso del desafío que supone captar la descomposición de los cuerpos sometidos a una
Reparad en que buena parte del poder de evocación de la obra radica en el encuadre, tan fotográfico. Los pintores de la é
Y envolviendo la mancha clara del bote y de su reflejo, Sorolla pinta un mar fresco, pro
La maestría de Sorolla a la hora de plasmar los efectos lumínicos es abrumadora, y aun más sobre las siempre complicadas superficies blancas. Solo un virtuoso puede firmar una obra como Cosiendo la vela, de 1896.
Y no solo eso: los artistas están hartos de pintar episodios bíblicos y escenas históricas y mitológicas o de inventarse solemnes alegorías para ser tenidos en cuenta. Y están aburridos de la Academia, que dicta la jerarquía de los géneros y dictamina que las estampas cotidianas y los paisajes son arte menor.
Sorolla confía en su intuición y triunfa. Pertenece a ese privilegiado grupo de los artistas felices, esos que no necesitaron atormentarse para crear y que exprimieron la vida hasta escupir el hueso. “Pintar y amarte: es todo lo que necesito”, le escribe a su mujer. Es de los nuestros, se nutre de luz, conoce el gozo, nació en el Mediterráneo.