¡Menudo mes de julio para la vela femenina balear! Les hago un repaso rápido: Violeta del Reino (Club de Vela de Andratx), campeona del mundo de vela adaptada para personas con discapacidad; Neus Ballester (Club Nàutic Sa Ràpita) y Andrea Perelló (Club Nàutic S’Arenal), campeonas femeninas del mundo de 420 en categoría sub 17; y María Perelló (Club Nàutic S’Arenal), campeona del mundo de Optimist por tercer año consecutivo, algo que nadie había logrado.
Las chicas están que se salen en nuestro deporte y son, hoy por hoy, sus grandes protagonistas. No recuerdo una racha tan exitosa de resultados femeninos desde que fundamos Gaceta Náutica hace 17 años, señal de que estamos inmersos en un ciclo histórico cuyo mérito recae en los clubs náuticos y en una federación balear que, como ya hemos dicho en otras ocasiones, está en muy buenas manos y vive también uno de sus mejores momentos.
La vela ligera es uno de los deportes más igualitarios del programa olímpico. Las mujeres siempre han tenido sus propias categorías y en la actualidad representan exactamente la mitad del total de participantes en los juegos. Hay barcos masculinos, femeninos y mixtos.
Esta realidad no quita que la náutica sea, al menos de cara a la galería, una actividad eminentemente masculina. Hay una inercia de pensamiento tópico difícil de erradicar. No hay que olvidar que las primeras mujeres que se subieron como tripulantes a un barco de guerra lo hicieron haciéndose pasar por hombres, como nos contaba nuestra colaboradora Empar Bosch en uno de sus reportajes. Y tampoco debemos ignorar que la presencia de la mujer en la vela de crucero es muy minoritaria, casi simbólica. Tiene razón Javier Sanz, presidente del Real Club Náutico de Palma, cuando asegura que no es lógico que la mitad de regatistas de su club sean chicas y, sin embargo, solo un centenar de mujeres, frente a 1.300 hombres, participaron el año pasado en la Copa del Rey MAPFRE de vela.
Algo había que hacer y por ello, aunque las cifras no serán muy distintas este año, hay que felicitar a la organización por haber tenido la idea de incorporar una clase exclusivamente femenina, lo que garantiza que una tripulación de mujeres ganará, por primera vez en 38 años, una de las once coronas que repartirá este año la Copa del Rey, y que otras dos se subirán al podio.
La Purobeach Women’s Cup es uno de los grandes alicientes de la edición de este año por ser, con diferencia, la principal novedad de la regata. Pero el verdadero valor de esta decisión del Real Club Náutico de Palma es que no tiene vuelta atrás y se ha tomado con la doble vocación de, por un lado, dar visibilidad a las mujeres que practican vela de competición más allá de su etapa juvenil u olímpica y, por otro, incentivar nuevos proyectos de crucero 100% femeninos. El estreno se hará, además, en un barco rápido, divertido y espectacular, el monotipo Viper 640. Sabemos que este año las mujeres serán protagonistas, pero lo importante es que, en unas pocas ediciones, dejen de serlo y su situación en el crucero esté en vías de normalización. Cuando eso ocurra, recordaremos a las pioneras.