Los pasados 7 y 8 de marzo se celebró en Bilbao el decimoprimer Congreso de la Asociación Nacional de Empresas Náuticas (ANEN). Allí se reunió lo más granado del sector para escuchar a un selecto plantel de ponentes que durante dos días fue desgranando ideas y retos de futuro.
El economista y experto en management FernandoTrías de Bes expuso una idea crucial para entender nuestra actividad: “la náutica no es una cuestión de poder adquisitivo sino de hacer lo que nos gusta”. Este enfoque lúdico nos sitúa al sector en aquello que algunos hemos venido en denominar “la industria de la felicidad”.
Inma Shara, una de las seis únicas directoras de orquesta sinfónica en el mundo, nos habló de su concepto de liderazgo como generador de armonía y valor en los equipos, de la importancia de situar a las personas en el centro de todo y del valor de los intangibles como fórmula para llevar al éxito a las empresas.
Las tendencias de la nueva demanda fueron puestas de relieve por Arturo Gutiérrez. El Director General del Freedom Boat Club nos explicó el avance de un modelo más abierto que, más allá de la propiedad de la embarcación, se dirige hacia otras fórmulas de pago por uso.La sostenibilidad también fue un elemento nuclear del congreso dirigido a un colectivo que está plenamente comprometido con ella. El socio de KPMG Mateo Salazar definió los ejes de una buena gobernanza en las empresas, anticipando la obligación de reporting en esta materia que tendrán las organizaciones en sus memorias anuales, que se añadirá a la actual información económico-financiera.
La formación náutica formó parte de otro de los pilares del congreso y por ende el sector. La colaboración público-privada constituye la fórmula idónea para convertir esta oportunidad en una realidad que aporte valor añadido a la economía.
Un apartado muy especial fue el papel de la mujer en el sector. En Bilbao pudimos escuchar a ejecutivas más que preparadas, que fijaron los elementos clave del futuro centrado en la formación especializada de calidad, la sostenibilidad, la tecnología y la inteligencia artificial.
La economía azul vinculada a los eventos deportivos puso de relieve que estos representan un elemento de acercamiento del ciudadano al mar y a la economía sostenible.
La administración pública tuvo un importante papel aportando datos estadísticos sobre turismo náutico. La regulación de la náutica de recreo y la puesta en común del trabajo realizado por la comisión de codificación de la navegación de recreo fueron el eje central de la intervención de los ponentes en representación de las más altas instancias del Estado en esta materia.
Los congresos se celebran para realizar aportaciones en positivo y para hablar de los retos de futuro. Pero los más veteranos no podemos olvidar los viejos problemas que viene arrastrando endémicamente el sector, y un congreso tan exitoso como el celebrado en Bilbao nos brinda la oportunidad de recordarlos.
La falta de mano de obra cualificada sigue siendo un mal permanente que lastra nuestra actividad, y no parece que los esfuerzos realizados hasta la fecha hayan dado muchos frutos.
Seguimos padeciendo una lacerante falta de suelo industrial y de amarres, que se ha convertido en uno de los males crónicos de nuestro sector.
Se necesita desarrollar una normativa específica para las instalaciones náuticas dependientes de puertos del Estado, tal como antes se disponía con la Ley de puertos deportivos y su reglamento.
En general, toda la regulación que es de aplicación al sector es compleja y en algunos casos llega a resultar contradictoria. La alta discrecionalidad en la toma de decisiones, incluso en los procedimientos reglados, propicia una alta litigiosidad derivada en muchas ocasiones de aspectos formales consecuencia de esa complejidad administrativa. Lo anterior provoca que los empleados públicos encargados de resolver se acaben enrocando en una posición de resistencia como medida de autoprotección ante posibles litigios.
En definitiva, el sector precisa de una alta dosis de simplificación administrativa, que sumada a la innovación, la tecnología y la sostenibilidad, permitan desarrollar su gran potencial para alcanzar la excelencia de la que es merecedor.